The sufferer is not very rigorous when accepting a convincing explanation for the origin of pain. Any explanation is fine, provisionally, if the remedy works for them.
- You have a contraction, so I’ll give you a massage.
- It’s swollen, take this anti-inflammatory pill.
Sometimes, giving a remedy to the supposed origin is not easy.
- You have a pinched nerve. Osteoarthritis. You, genetically, have migraines.
There are no rejuvenating, “eugenising” drugs.
Surgery helps pharmacopoeia soldering joints, peeling nerves, installing prostheses... Genetic engineering, they say, is just around the corner too.
Other less aggressive proposals offer food. Those inadequate are responsible for the pain and the adequate keep the pain away.
We are left with energy disturbances, mysterious toxins and a long list of disorders of all kinds that find their normalization with all sorts of therapies.
The ONs and OFFs of pain have their own rules.
As so often noted in this blog, pain is an unpleasant, alarming perception, that reports the existence of consummated necrotic damage, either imminent or imagined by the brain.
Applying this biological requirement, it’s clear that almost all the above accused as generators of consummated or imminent necrotic damage are left out. Attributing violent destruction capacity like a sunburn, an infection, laceration, lack of oxygen, acids ... to diet, stress, hormonal changes or changes in the weather... is not easy.
In the "bio-mechanical" or "muscle-skeletal" pain section it’s easy to blame the bones, joints and muscles because of their friction, degeneration, aging, corrections, curvatures, overloads, contractures, grips, mysterious diseases, swellings,... There is a wide range of mechanisms for the healers’ and sufferers’ like... Once believed, muscle-skeletal explanations are difficult to solve. None of them can resist a rigorous neurobiological analysis ... but no problem. There are no neurobiology inspectors of pain that ensure the credibility of what is being said...
Pain can appear every time the brain imagines that something could generate necrotic damage.
Imagination is a basic biological function. It is not easy to survive without imagining lurking dangers.
The Immune System imagines violent destruction and sees danger in air with dust mites and pollen and activates inflammation on the border. It also imagines the danger of uncontrolled reproduction (cancer) on honest cells that do their job and tells them to get out of the way (apoptosis).
Imagining damage is a biological first-order constant. Highly complex living beings have optimized their imaginative function to catalog all kinds of states and suspicious agents.
The first suspicious agents are the individuals. Their actions. What they do or eat, how they feel, the way they sleep, whether they have problems or not,... Their past, present and future are suspicious and are being constantly analyzed by the brain.
Imagined necrotic damage is the flagship of our body. It is generally responsible for the pain whose credible source has not been found.
- Maybe my brain imagines necrotic damage
I can not picture myself hearing that at my office. However, it has a biological substance. It should convince the patient.
- What can we do for the brain to reason, to cease to be alarmed for no reason and let me live in peace?
Sounds good. The answer is not easy but being aware of the problem is the first step, a necessary step ... though it’s not always enough ...
4 comments:
Hola Arturo:
Casi seguro que la solucion (para mi...) esté en esta conclusion de tu entrada de hoy:
- ¿Qué podemos hacer para que el cerebro entre en razón, deje de alarmarse sin motivo y me deje vivir en paz?
-Suena bien. La respuesta no es fácil pero ser consciente del problema es un primer paso, un gran paso, necesario... aunque no siempre suficiente.
El inquilino de mi cabeza, sigue empeñado en que algo me pasa... Ultimamente, me duelen las manos, "reuma" dice mi medico, me suena a las explicaciones de mi abuela q.e.p.d. Las noto doloridas, hormiguillo, manos y brazos, torpes, sobre todo la derecha, se caen cosas a veces, y yo incluso estoy mas torpe de lo habitual, me tropiezo, me doy contra las cosas. Noto "algo floja" la mano derecha, como que hubiese perdido fuerza... Y eso alimenta de nuevo la ansiedad (ahora que iba asumiendo el resto de cosas como alarmas e iban desapareciendo...) con lo que vuelve el mareo, la vista borrosa, taquicardia... Joder, que vida mas asquerosa. El problema es dilucidar lo que es cierto y lo que no. Creo que es sabido mi miedo a la esclerosis multiple, por tema familiar y porque ha tocado de cerca a gente que conozco tambien, y puede que el inquilino de mi cabeza este creando una "realidad paralela" de oidas... Tengo entendido que dan como calambres y se pierde fuerza, hay gente que ve borroso...
Luego estan los "entendidos" que cuentan que no hay de que preocuparse que es de las cervicales, de los nervios, de los pies o de que hace calor...
El caso es que la incertidumbre me lleva a lo de siempre. Miedo, miedo, miedo... Y no se si fundado o no, pero el cerebro se aprovecha. Puede que se resolviera con un simple analisis de sangre, aunque probablemente el inquilino de mi cabeza seguiria enredando.
La semana pasada, en una conversacion amistosa e informal con una profesional de la "salud mental", no se si es psicologa o psiquiatra, me dijo algo asi como que mi cuerpo adopta actitud de enfermo para sentirse enfermo, sin tener ninguna enfermedad organica: La espalda se te contrae, para que te duela todo, para que te suenen las cervicales, te duelan los brazos, se te acelere el pulso, y te creas una serie de cosas que no son ciertas, es como si mi cuerpo se pusiera de acuerdo para fingir una enfermedad. Algo parecido me dijo mi fisioterapeuta: Es la cabeza la que te recoge los musculos de la espalda, y no la espalda la que te produce el malestar en tu cabeza...
En fin, sea como sea, estoy bastante harto, necesito distiguir y necesito certeza, puede que ahora este enfermo de verdad, o probablemente no, pero la incertidumbre alimenta a la bestia cerebral.
Supongo que es cuestion de seguir echando moneditas (muy buena entrada), o de hacerme otra resonancia... O una al mes... Esto no hay quien lo aguante
Desde el mar amarillo de Castilla, un saludo
jaime yo soy psicóloga y te diría que es tu cerebro fóbico el que te pone las alarmas en tu organismo y no tu como individuo. el individuo capta la cultura, se culturiza y el cerebro está ahí para recoger la información y nutrir, en este caso alarmas que por tu biografia, sospechas, tienes miedo e incertidumbre que puedan darse.yo pienso que una vez que descartes una enfermedad médica, deberías hablar con tu cerebro enfermo que tanto sufrimiento te está poniendo. un saludo
Muchas gracias Elsa:
Mi problema es que no consigo convencer a ese cerebro, y me logra dominar... Hay pruebas medicas que dicen que no estoy enfermo (es decir, no se "ve" ninguna enfermedad), pero son de hace algun tiempo, y mi cerebro intenta convencerme (a veces lo consigue...) de que ahora si que puedo estar enfermo, y juega con nuevos sintomas... En fin, un sufrimento... Gracias por la aportacion, a ver si consigo sentar a mi cerebro, o simplemente se convence el solo mediante informacion correcta.
Un saludo
Hola Arturo:
No sé como empezar, porque no tiene relación con el comentario, pero no sé contactar contigo de otra manera. Soy Isidro Quiles, internista en tu Hospital y alumno tuyo ( de lo cual me siento sumamente orgulloso, aunque no te lo haya dicho hasta ahora, y han pasado más de 15 años ).
Hoy siento la necesidad de decirte lo que nunca te he dicho. Me siento muy orgulloso de haberte conocido y de haber sido tu residente. Creo que eres de las personas que más me han influido como persona y como profesional. Nunca a los profesores he sido capaz de decirles lo que me han aportado, y mira, hoy siento esa necesidad ante lo que creo que tiene justicia: decirte que eres un gran profesional, del que he aprendido mucho y bien. No sé como hacerlo, pero sí decirtelo: GRANDE ARTURO. Un abrazo. Mi emilio es isidro_quiles@hotmail.com por si quieres contactar. Un abrazo Maestro.
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